Llegada a Campo de Criptana y visita a una de sus bodegas y al Pozo de Nieve.

La excursión comienza en la estación de Chamartín-Clara Campoamor, desde donde sale el Tren de los Molinos. Tras una breve parada en Atocha, donde suben más viajeros, comenzará la amenización del viaje a cargo de unos personajes muy especiales.

Una vez en Campo de Criptana, comienzan las actividades. La primera de ellas es una visita a una de las bodegas locales, donde además de poder conocer las instalaciones gracias a las visitas guiadas, se ofrece a finalizar una degustación de las distintas variedades de vinos que se producen en sus viñedos.

También se visita el Pozo de Nieve, una de las atracciones principales del lugar. Acompañados en todo momento de un guía, esta construcción popular dedicada a almacenar y conservar hielo para mantener mejor alimentos y medicinas fue levantada en el siglo XVIII y se encuentra en lo alto de un cerro junto a la ermita del Cristo de Villajos, lugar que constituyó una población que data de la época medieval.

Tras las dos visitas iniciales llega el momento de reponer energías con una parada para comer. Para hacer una inmersión más completa en la vida local, lo recomendable es probar algunos de los platos de su gastronomía típica. Gachas, migas del pastor, caldereta de cordero, pisto manchego y sopas de ajo, que son los platos más característicos de la zona. Y por supuesto sus quesos.

Visita a la Sierra de los Molinos de viento

Quizá la estrella de esta excursión sea la Sierra de los Molinos. La panorámica de estas construcciones antiguas se ha convertido en la imagen característica de La Mancha. Entre los muchos molinos de viento que pueden verse en Campo de Criptana, tres de ellos son originales del siglo XVI y los más característico es que aún son funcionales.

Gracias a la explicación de un guía, podremos conocer la estructura tanto interna como externa de estos gigantes de la mancha, así como visitarlos por dentro y ver su maquinaria y conocer un poco más acerca de su funcionamiento.

Con la visita al Centro de Interpretación del Molino Manchego es posible ampliar la información referida a estas construcciones. Aquí se narra la historia de la aparición de estas construcciones y su impacto económico y social en la época además de las distintas maquetas que se conservan de molinos a escala, decenas de imágenes, vídeos, piezas únicas como aspas, ejes y palos de gobierno que pertenecían a molinos originales.

La última visita del día consistirá en un paseo por el barrio de Albaicín, próximo a la Sierra de los Molinos, con sus casas de teja árabe cuyas fachadas pintadas de blanco y añil nos retrotraen a épocas pasadas. Estas construcciones en calles empedradas, con la imagen de fondo de los molinos, configuran una estampa típica del pueblo manchego.